Por todos es sabido que los niños y niñas necesitan jugar. A través del juego los más peques potencian su creatividad y estimulan otros aspectos y valores como la confianza en sí mismos, la autoestima, la relación con los demás y el conocimiento del mundo que les rodea.
Si el tiempo de juego siempre es valioso, hoy nos centramos en los beneficios que además aporta el jugar al aire libre. Los especialistas aconsejan que como mínimo los niños y niñas pasen dos horas al día en exterior (para menores de tres años) y como mínimo una hora, los menores de hasta doce años. Estudios demuestran que cada vez pasan menos tiempo al aire libre; descenso motivado en parte por el aumento del consumo de pantallas. Ocho de cada 10 niños juegan en la calle menos tiempo del recomendado.
Jugar al aire libre favorece el desarrollo a nivel físico, intelectual y social
¿Por qué es beneficioso jugar al aire libre?
- Ejercicio físico: Para huir del sedentarismo que ofrece el sofá y el televisor, lo mejor es coger la puerta y salir de casa. Jugar a la pelota, patinar, hacer senderismo en familia… Las opciones son variadas e ilimitadas.
- Interactuar con el entorno y con la naturaleza. Hay vida detrás de las cuatro paredes de nuestra casa. Y es importante que los niños y niñas aprendan a relacionarse con su entorno desde edades tempranas.
- Favorece la independencia y la autonomía. Aunque dé vértigo, el hecho de que los peques tengan herramientas para saber actuar es vital para que sepan comportarse en un futuro.
- Se multiplican las posibilidades: Al no estar encerrados en una habitación, es más fácil que la imaginación vuele; lo que hace que se potencie la creatividad.
- Estar expuesto al aire y al sol. Con protección adecuada, estar en contacto con el sol es muy beneficioso para la salud ya que se aporta vitamina D, que es imprescindible para que los huesos asimilen el calcio.
- Aumentar el vínculo familiar: Si levantamos la vista de las pantallas y hacemos planes en exterior, aunque solo sea caminar en familia, fortalecemos los vínculos y estrechamos lazos.
Las oportunidades que ofrecen los juegos de exterior son muy variadas. Desde las alternativas más clásicas como pilla-pilla, escondite, el juego del pañuelo o el balón prisionero, a opciones más elaboradas como divertidas gincanas, cualquier juego ofrecerá diversión y entretenimiento.
Una opción divertida y original son las pompas de jabón; una diversión para niños y niñas peques y no tan peques. Más allá de los pomperos clásicos, Gazillion ofrece una variedad de propuestas. ¿Quién será capaz de crear la pompa más grande? ¿Te atreves con Tornado, capaz de generar 4.000 pompas por minuto? ¿O mejor una batalla con las máquinas de pompas de mano?